Un joven es sorprendido engañando a su novia, por lo que ella decide castigar a su “querido” descargando al menos 50 mil voltios sobre su “amigo” íntimo. Luego de esto, es cuestionable que el muchacho quiera (o siquiera pueda) engañar a alguien más de a momento.
Un taser es un arma no letal que descarga un alto voltaje con la finalidad de inmovilizar a un atacante durante varios minutos sin generar un daño permanente. En el mercado se pueden encontrar varios modelos que ofrecen capacidades que van desde los 50 mil hasta los 625 mil voltios (a aproximadamente 3 miliamperios, o amperes), una descarga lo suficientemente intensa como para derribar a una persona común y corriente.
Ciertamente engañar a una persona es uno de los peores crímenes pasionales, al menos de acuerdo con muchos amantes. ¿Pero en verdad amerita un castigo como este? Eso lo dejaremos a consideración de cada quien, aunque lo cierto es que si uno quiere evitar la ira de su pareja, lo recomendable es evitar circunstancias que nos pongan en riesgo. Después de todo, cuando de amor se trata, cualquiera de nosotros puede ser una potencial víctima o victimario… y a veces los errores salen caro.
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